martes, 31 de enero de 2017

El Ayuntamiento conmemora el Día Internacional por la Paz y la No Violencia.

Arucas Vive y Vive con el Día Internacional por la Paz y la no Violencia.
* El Alcalde, Juan Jesús Facundo, leyó un Manifiesto en la Plaza de la Constitución, con el fin de reivindicar la condena ante todo tipo de violencia
* El regidor aruquense y también Concejala de Solidaridad y Cooperación Internacional, ha querido condenar tanto la violencia de todo tipo y género como la “pasividad e hipocresía” con la que se está abordando desde diversos estamentos gubernamentales nacionales e internacionales “el drama de millones de personas que huyen de la guerra”



El Ayuntamiento de Arucas, en consonancia con la fecha de hoy, lunes 30 de enero -día que coincide con la muerte de Mahatma Gandhi-, conmemoró el Día Internacional por la Paz y la No Violencia, reconocido como tal por la UNESCO desde el año 1993.

A través de la Concejalía de Solidaridad y Cooperación Internacional, dirigida por el Alcalde Juan Jesús Facundo Suárez, se ha leído un Manifiesto en la Plaza de la Constitución, con el fin de reivindicar la condena ante todo tipo de violencia, ya que “desgraciadamente en la actualidad no dejan de producirse estos lamentable hechos”.

El regidor aruquense resaltó  la necesidad de “una educación para la paz, la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos y la No Violencia. Por ello, los colegios, centros y espacios públicos se convierten en “instrumentos de entendimiento entre personas de distintas formación raza, cultura y religión.


Es por ello que, desde el Consistorio, se ha llevado a cabo una convocatoria a los colectivos municipales para que, con su presencia, “demuestren la implicación social y el firme convencimiento de que lograr un mundo mejor nos atañe a todos y todas.

Al mismo tiempo, con la lectura de este documento se ha querido “construir un compromiso colectivo por la Paz, en una firme apuesta de no ser indiferentes a lo que pasa en nuestro entorno y nuestro mundo”. Por un lado, condenando “todo tipo de violencia” y, por otro, “reprobando la pasividad e hipocresía con la que se ha abordado desde los estamentos gubernamentales nacionales e internacionales el drama de millones de personas que, huyendo de la guerra y la violencia, han llegado hasta nuestras fronteras, en un viaje sin retorno en muchos casos

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